Después, se dirigió a casa de Irene, su madre, de 78 años, y la mató a puñaladas, mientras que a su hermano, Claudiomiro, de 50, le disparó con un arma.
Tras estos crímenes, el agente se dirigió a Céu Azul, municipio que se encuentra a unos 50 kilómetros de Toledo, y asesinó también a tiros a sus dos hijos, Kamili y Miguel, de 4 y 9 años, que estaban pasando las vacaciones escolares junto a su abuela materna.
Garcia regresó a Toledo y disparó de manera aleatoria contra dos jóvenes, Kaio y Luiz, de 17 y 19 años, que caminaban por la calle. Después se quitó la vida.
"No podría vivir sin Kassiele"
En un audio que publican los medios se escucha al agente pedir perdón a su familia y dice que "no podría vivir sin Kassiele". También asegura que sufría una depresión.
Las autoridades todavía investigan las motivaciones de los asesinatos.
El coronal dijo que Garcia, conductor del coordinador del 19° Batallón Policial de Toledo, era "un excelente policía" y que lo sucedido "sorprendió a toda la corporación".
En un comunicado enviado a la prensa, la Policía Militar "lamentó profundamente" lo ocurrido y destacó que "no había ningún antecedente que indicará que tuviese problemas psicológicos".
RT
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