El responsable de la región de Mediterráneo Oriental en la Organización Mundial de la Salud está “muy consternado” por las acusaciones reportadas la semana pasada por The Associated Press sobre que la directora de la agencia de salud de la ONU en Siria malversó millones de dólares, abusó del personal e incumplió los protocolos de la propia organización contra el COVID-19 cuando la pandemia golpeaba el país devastado por la guerra, según un email interno.
En un mensaje el viernes a todos los empleados en Oriente Medio, el doctor Ahmed Salim Al-Mandhari dijo que “las acusaciones tienen un impacto negativo en la gente de Siria, a la que tratamos de servir”.
El responsable de la región de Mediterráneo Oriental en la Organización Mundial de la Salud está “muy consternado” por las acusaciones reportadas la semana pasada por The Associated Press sobre que la directora de la agencia de salud de la ONU en Siria malversó millones de dólares, abusó del personal e incumplió los protocolos de la propia organización contra el COVID-19 cuando la pandemia golpeaba el país devastado por la guerra, según un email interno.
En un mensaje el viernes a todos los empleados en Oriente Medio, el doctor Ahmed Salim Al-Mandhari dijo que “las acusaciones tienen un impacto negativo en la gente de Siria, a la que tratamos de servir”.
Dos miembros del departamento de ética de la OMS en Ginebra, incluido su director, visitaban esta semana la sede de la agencia en el Mediterráneo Oriental, situada en El Cairo y de la que depende la oficina de Siria.
“El propósito de esta visita es aumentar la concienciación, a través de varias sesiones, sobre la conducta, principios, valores y expectativas éticas”, indicó un correo al personal enviado en nombre del director de operaciones de la OMS en El Cairo.
REUTERS
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