El hombre identificado como Francisco Javier García Quezada (Antony), de 32 años, hacía su vida de manera normal en su apartamento del tercer piso, donde residía junto a su hijo de tres años, mientras los restos del joven , Jesús Cuevas, reportado desaparecido desde hace un mes se descomponía y el mal olor inquietaba a los vecinos.
Las personas que compartían la vecindad, ubicada en la calle tercera del sector San José, del kilómetro 7 de la Carretera Sánchez, según declaraciones, desde hace más de dos semanas empezaron a sentir un fuerte mal olor y pensaron que se trataba de ratones muertos.
Al no encontrar nada decidieron limpiar el pozo séptico, sin embargo, la pestilencia persistía, hasta que ayer el acusado fue llevado al lugar por la Policía, lo que causó gran sorpresa entre todos.
Según los vecinos a Anthony le gustaba jugar nintendo y lo hacía mientras tenía el cadáver guardado en la habitación.
Además, expresarón que la Policía le estaba dando seguimiento, alegando que los uniformados no fueron avisados para su captura.
Allegados describen a Anthony como una persona de no hablar mucho, pero entretenido, servicial y que anteriormente había comunicado que había hecho algo de lo que se avergonzaba, sin dar detalles del hecho.
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