Taylor se mantuvo enviando actualizaciones de su estado a su familia que residen en Carolina del Norte, donde se veía la ventada del vehículo cubierto de nieve y le dijo a su familia que había llamado al 9-1-1 solicitando asistencia, hasta que ya no volvieron a saber más nada de ella.
“Los rescatistas le dijeron que todo lo que estaba tratando de salir y ayudar también se estaba atascando”, indicó la madre de la joven al New York Post.
En uno de los últimos mensajes que envió a sus hermanas, esta dijo que dormiría un poco mientras esperaba a los rescatistas, y luego intentaría escapar a pie si la ayuda no llegaba. Al otro día en la mañana, ya no volvió a contestar su teléfono.
La familia de Taylor cree que esta probablemente murió de envenenamiento por monóxido de carbono cuando la nieve cubrió el tubo de escape de su vehículo mientras dormía con el motor encendido para mantenerse caliente.
“Estaba recostada, tenía los brazos cruzados y el pie sobre el tablero como si estuviera durmiendo pacíficamente”, dijo su madre a The Post. “Pero incluso después de que se encontró el cuerpo de Taylor, la policía no llegó allí hasta la tarde del día de Navidad, dejando su cuerpo en el automóvil durante otras 24 horas, continuó su madre.
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