Según el ministro, la decisión fue tomada "en conformidad con las nuevas normas sanitarias" para que el proceso educativo resulte más eficaz, es decir, para que los dispositivos "no distraigan a los alumnos de las clases".
Kravtsov tranquilizó a los padres, en el sentido de que podrán hablar con sus hijos durante los recreos. Asimismo, agregó que, en caso de emergencias, "en las escuelas hay personas responsables" con la que los progenitores pueden comunicarse.
Poner los teléfonos en "casilleros"
Anteriormente, el exministro de Cultura y el asesor presidencial, Vladímir Medinski, propuso "poner en casilleros" los teléfonos móviles de los alumnos, en la entrada a la escuela, esgrimiendo que los dispositivos obstaculizan el proceso educativo.
En 2021, el Servicio Federal de Supervisión de la Protección y el Bienestar del Consumidor ruso adoptó reglas sanitarias para las escuelas, prohibiendo usar teléfonos móviles personales para la educación y aconsejando reemplazarlo con ordenadores, tabletas o pizarras interactivas.
RT
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